Posesión y distribución
Posesión y distribución
En la mayoría de los países del mundo, la posesión y distribución de imágenes explícitas no consentidas, se encuentra regulada por diversas disposiciones legales. Sin embargo, las sanciones y delitos imputables varían según factores como la naturaleza de las imágenes, y la edad de las personas involucradas.
Cuando la persona en las imágenes es menor de edad, muchas jurisdicciones cuentan con leyes específicas que abordan los delitos relacionados con materiales de explotación infantil. Estas leyes generalmente imponen sanciones severas por la producción, distribución o posesión de dicho contenido. Por ejemplo, la producción de material explícito que involucre a menores o el uso de su imagen con tales fines suele ser tratada como un delito grave, con penas de prisión significativas.
Además, la distribución, facilitación, venta, importación, exportación o posesión a sabiendas de material explícito que involucre a menores es universalmente reconocido como un delito grave. Incluso si el material fue creado voluntariamente por el menor, generalmente se clasifica como material "pornográfico infantil", ya que muestra a un menor en situaciones sexuales explícitas. Compartir tales imágenes, incluso por el propio menor, a menudo se trata como distribución, y los receptores de estas imágenes también pueden enfrentar consecuencias legales, independientemente de si las solicitaron o no.
En el caso de las imágenes que involucran a adultos, las principales consideraciones incluyen si las imágenes fueron obtenidas legalmente y si se otorgó consentimiento para su distribución. La difusión no autorizada de imágenes íntimas—frecuentemente conocida como "pornografía de venganza"—está criminalizada en muchas jurisdicciones. Los infractores pueden enfrentar sanciones, incluyendo prisión, por compartir tales imágenes sin consentimiento, sin importar cómo se obtuvieron originalmente. La severidad de las sanciones puede aumentar si las imágenes fueron obtenidas mediante coacción o extorsión.
Además, los sitios web o plataformas que no eliminen imágenes explícitas no consensuadas después de ser notificados, pueden ser considerados cómplices del delito en ciertas jurisdicciones.
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